The Maid

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‘La Nana’ llega a tierras estadounidenses como un mensaje dentro de una botella. Silenciosamente remitido por el cineasta chileno Sebastián Silva, el mensaje es sencillo y sincero.  Es un relato de mucha idiosincrasia y a la vez, un estudio de la condición humana para compartir dondequiera que la corriente lo lleve.

Silva nos cuenta de Raquel (Catalina Saavedra), una mujer agria e introvertida, que lleva 23 años trabajando de nana para una familia de un estrato social alto. Un día, Pilar (Claudia Celedón), su patrona, contrata a otra nana para ayudarla. Raquel, sintiendo peligrar su lugar en la familia, marca su territorio espantando a la recién llegada con crueles e infantiles maltratos psicológicos. A partir de entonces la película toma un tono jocoso y por momentos pierde el norte haciéndonos esperar más de la cuenta para saber como termina todo. No obstante, sale uno del teatro sintiéndose parte de la familia.  

La película se inspira mucho en el ‘cine de realidad’ o ‘cinéma vérité’, el estilo de cine que comenzó a mediados del siglo XX como una reacción europea hacia el sistema clásico de hacer películas. Un estilo que utiliza muchas técnicas naturalistas que muchas veces resultan en una fotografía temblorosa.  Piensen en esos vídeos caseros que tenemos todos guardados de alguna fiesta de cumpleaños donde la cámara no deja de moverse. Les advierto: si fácilmente se marea con los movimientos, ¡aléjense de esta película!  

Realmente es una lástima porque cine latinoamericano como este es raro y no debería arriesgarse a dar pretextos para no verla.